Un baño de vapor supone el complemento ideal para una ducha, principalmente en los momentos en los que nuestro cuerpo ha sido sometido a un mayor desgaste.
Su acción vivificadora y tonificante, produce sobre el organismo un estado de relajación tal, que sumado a los efectos de estimulación de la transpiración, limpieza del sistema circulatorio, aumento del riego sanguineo, etc, evita el envejecimiento de las células y representa por tanto, un eficaz punto de apoyo a la hora de mejorar nuestro bienestar.
El baño turco es un habitáculo preparado para humedad relativa del 100 % con una temperatura de 45 a 60 grados.
Nuestro departamento de diseño, realizará los estudios necesarios para que la instación quede a su total satisfacción.